sábado, 15 de diciembre de 2007

Santander si es España

Pues nada hoy ha sido día de ir a visitar Santander, después de una hora y media de viaje es que hemos llegado a Santander, saliendo del País Vasco de inmediato se nota la diferencia, ya no hay Esukera/Castellano, ya no hay banderas de Euskadi, Santander en Cantabria si es España.

Una ciudad que irónicamente pudo haber sido mi ciudad huésped, sólo por un problema de tiempo y respuesta no lo fue, a lo mejor estaría ahora escribiendo Mi historia en Santander estudiando en la Universidad de Cantabria, cosas del destino. Pequeña en la primer impresión que me da, una terminal de autobuses antigua, pero al igual que en Pamplona, subterránea, todo mundo procura vestir bien, se arreglan lo mejor que pueden, sin importar la edad, una ciudad bordeada por el mar, un embarcadero de carga otro de personas, como siempre el camino a Santiago esta presente; al igual que la mayoría de las ciudades, en constante renovación y mantenimiento, construcciones por doquier, el banco Santander presente, antigua construcción, no sé si sea la primera o la que le dio origen, pero interesante se ve.

No estamos mucho tiempo en la zona del centro de Santander, ya no es el Casco Viejo o Antiguo, ya las mujeres no parecen Cleopatra, es diferente, diferentes colores, aromas, formas en general, después de una breve caminata, descubrimos una de las sorpresas más interesantes para mi, una pista de patinaje sobre hielo, Marcelo, no eres el único, je!, después de una serie de fotos de rigor, fuimos al embarcadero y abordamos una lancha para ir a SOMO, el Biarritz de Santander, rodeado de casas y pisos de lujo, muestra una tranquilidad propia del invierno, cosa que en verano debe ser total y absolutamente diferente, yendo rumbo a una de las playas, pasamos por distintos tipos de construcciones todas ellas muy modernas y funcionales, los vehículos de la zona, modernos y marcas… bueno solo diré que de las caras y muchos. Al llegar a la playa, una arena totalmente “suave”, un mar tranquilo y una vista inimaginable, a lo lejos se ve pasar un buque carguero, a Nat, se le ocurre dejar escritos los nombres y corazones de las personas que amamos y nos importan y es lo que hacemos, que buena idea :o)

Después a comer, como afortunadamente hay muchos lugares para comer y pocos clientes, los precios son razonables y sobre todo hay opción de elegir el lugar, después de una comida rica y afortunadamente no salada como ya es costumbre aquí, a emprender el regreso a Santander de nuevo en bote, tranquilamente avanzamos en el mar, cuando de pronto a lo lejos se ven muchos veleros, es como cuando alguien sale a dar la vuelta en su deportivo, aquí lo hacen con su velero, siempre es bueno tener algo que hacer los sábados :o)

De nuevo en la ciudad, a seguir conociendo lo desconocido, después de caminar un poco rumbo a la estación de trenes encontramos un parque que al final de la caminata nos ha dado una grata sorpresa, un mural en un edificio, que dejemos que las imágenes hablen por si mismas.




Dado que es una visita corta es tiempo de ir a la terminal y regresar de nuevo a Bilbo, este es mi último fin de semana en Bilbo del 2008.

Zorionak!
VH

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